Traducir Punkapocalyptic al inglés fue una tarea a la vez ardua y divertida. La parte divertida es bastante obvia, porque he estado metido en el mundillo de los JdR, juegos de estrategia y juegos de tablero durante años, y es el tipo de trabajo que siempre me ha gustado hacer desde que empecé a traducir suplementos de Dungeons & Dragons de inglés a español para nuestro grupo de juego, cuando todos los libros nuevos, apetecibles y atractivos se publicaban fuera y sólo podíamos echarles el guante en eventos especiales como GenCons o similares (recordad que era una época oscura antes de Internet y las tiendas online), para luego atesorarlos como oro en paño. Ha llovido mucho desde entonces y ahora tengo la oportunidad única de traducir nuestro propio material, para que los clientes de otros países sean quienes lo lean y jueguen con él, lo cual me resulta muy gratificante.
Y fue divertido de la hostia también porque fue un trabajo hecho en colaboración dos amigos, desde el desarrollo de las reglas, la creación de historias cortas para dar vida al trasfondo, la búsqueda de nombres graciosos para los personajes como el Cabezón (que en un momento de inspiración decidí llamar Bobblehead, como esos muñecos cabezones con un muelle, que no hacen más que mover el tarro), o incluso las facciones (los Mutardos no fueron mucho problema, ya que en inglés sigue siendo la fusión de “mutants” y “bastards”, lo que da un nombre muy parecido: Mutards). Algunas de las palabras las tuve que inventar directamente, como por ejemplo el caso de los Pochos, que se podrían traducir directamente como “Rotten” (Podridos), pero se perdería parte de la coña y humor del nombre; así que al final opté por coger la palabra “Addled”, que significa “marchito”, entre otras acepciones como “confuso” o “colocado”, y le añadí una ‘r’ al final para que en inglés evocase un posible origen humano.
La parte más complicada fue sin duda la de plasmar todo el lenguaje retro que nuestro creador, Israel Gutiérrez, empleó para dar al juego su característico toque ochentero. El mismo lema de Punkapocalyptic, “El juego de escaramuzas post-apocalípticas macarra y letal”, fue el primer hueso duro de roer, ya que la palabra española “macarra” no tiene un equivalente claro en inglés que pueda transmitir plenamente todos los ricos matices de la palabra original. Como “macarra” no me servía exactamente el término “pimp” (que sería más bien un “chulo”), aunque se acerque bastante y pueda describir a una persona con esa actitud guay y ostentosa, pero con un toque de tío duro, peligroso, sacado directamente de los ochenta y con una actitud general bastante mala y un gusto a la hora de vestir aún peor. En algún momento del proceso de meditación apareció la palabra “tacky”, que puede describir a una persona “vulgar o con mal gusto”, pero me pareció que no sería suficiente para dar a entender todos los matices ya expuestos sobre una sola persona, como los de su mala reputación o su pose de tipo duro. Así que al final, tras mucho darle vueltas, acabó quedando “The pimp and lethal skirmish post-apocalyptic game”.
Los relatos cortos que escribimos para dar solidez al trasfondo del juego fueron otro tema totalmente diferente. Los diálogos de los personajes debían reflejar un uso extenso de lenguaje barriobajero, callejero y retro, con el que no estaba muy acostumbrado a trabajar. No solo debían usar un vocabulario canallesco lleno de tacos, errores gramaticales y meteduras de pata, sino reflejar también a la vez el mismo estilo ochentero de todo el juego mediante palabras anticuadas y el uso de jerga obsoleta. Y hablando de lenguajes anticuados, la próxima facción de los Chatarreros es la que se lleva la palma, ya que les gusta emplear una forma de expresarse barroca, pomposa y muy arcaica. Para ellos decidí usar las formas más educadas, bienhabladas y correctas que hubiese aprendido del inglés británico, mezcladas con formulas de cortesía en desuso, para obtener una manera de hablar distintiva e incluso ridícula, que por supuesto es uno de los rasgos característicos de esta facción.
Al final el proceso de traducir todo este material al inglés ha sido muy divertido, una experiencia única que me ha servido de gran ayuda para obtener experiencia, aprender un montón de cosas nuevas y hacer otra muesca más en el revólver.