Nuestra intención siempre ha sido intentar crear el trasfondo desde el punto de vista de los habitantes del Páramo, queremos que la gente en general sepa lo que saben los habitantes, que se sienta como ellos. Es por eso que sólo hemos soltado unas pinceladas sobre las localizaciones o facciones, pero sin embargo estamos tratando de sacar el máximo número de relatos posible. Y para ayudar aún más en ese sentido, cuando arranquemos empezaremos a publicar la Gaceta de Puentechatarra, desde donde tendremos noticias, rumores, etc. Queremos que el trasfondo avance, pero no queremos darlo todo masticado. Obviamente no dejamos las cosas al azar, tenemos escrito mucho más trasfondo del mostrado, sabemos lo que se oculta detrás de algunas localizaciones, y hay ya varios acontecimientos que sucederán en el futuro para los que tenemos una clara hoja de ruta. Pero como hemos dicho, todo eso se mostrará desde los ojos de la gente del Páramo, lo cual no deja de ser una visión sesgada.
Para intentar acentuar aún un poco más esa inmersión que buscamos, hemos intentado que todo tenga un lenguaje propio, con expresiones características. Y dándole un toque curioso, hemos decidido ir a lo «retro», y usamos muchas palabras del lenguaje de la calle de los años 70 y 80 (lenguaje quinqui), mezclado con algunos términos que derivan de los actuales, y otros que son simplemente inventados. Y si bien en el reglamente obviamente tenemos que usar un lenguaje más neutro, sí que hemos intentado integrar parte de ese lenguaje en algunos nombres de reglas especiales.
Sobre el trasfondo en sí, tenemos que admitir que en ningún momento hemos querido crear un trasfondo realista, sino que ha sido crear un estilo personal y reconocible. Se puede decir, que en el fondo, la historia de cómo se ha llegado a la situación actual del mundo no deja de ser una mera disculpa. Hemos cogido la situación geopolítica actual y la hemos exagerado absolutamente, llegando hasta una especie de “utopía neoliberal”. Puesto que los habitantes del Páramo ya no recuerdan todo lo que sucedió, y las Megalópolis no son más que leyendas en el mejor de los casos, esta es la única parte donde nos hemos tenido que alejar de la idea de que los lectores sólo sepan lo que sabe la gente actual. Podríamos haber obviado esta parte y contarla a base de leyendas (idea que hemos aprovechado en uno de los relatos en este relato), pero el que se supiera eso nos ayudaría a futuros acontecimientos y al menos deja una base clara asentada.
Al principio de la creación del juego hablábamos del Páramo en general, pero finalmente decidimos centrarnos en una zona concreta, los alrededores de Puentechatarra. Es mucho más fácil y lógico tener las facciones e ir avanzando el trasfondo de una porción del mundo, que intentar abarcarlo todo. De esta manera tendremos las personalidades importantes, los conflictos, y en general todo lo que se cuece en esta porción del Páramo. Si las cosas fueran bien, en el futuro esta zona crecerá aún un poco más, mostrándonos más cosas.
Cuando antes nos referimos a falta de realismo, hablamos de cuestiones como que han pasado generaciones y generaciones, pero en el Páramo se mantiene la estética ochentera. Pues sinceramente nos da igual, de la misma manera que disfrutamos de Firefly como un western espacial, o de Cowboy Bebop, con un futuro mezclado con ciudades sacadas de los años 30, hemos buscado un estilo a nuestro gusto, aunque en el fondo sea algo anacrónico.
Aún así, obviamente, esto no es un todo vale, e intentamos ser coherentes con nosotros mismos y lo que presentamos.
Otro tema interesante es el de la originalidad. Somos conscientes de que el tema postapocalíptico está muy trillado, y que casi todos bebemos de las mismas fuentes (Mad Max, Fallout, Juez Dredd, etc,), por lo que habrá cosas parecidas a otras creaciones. Nosotros lo que intentamos es darle un estilo propio, y que conforme avancemos en el trasfondo creemos que lo será cada vez más. Una de las cosas que nos gusta, es darle a todo un aspecto macarra, despreocupado y divertido. El filo por el que nos movemos, intentando hacerlo de la mejor manera, es entremezclar la dureza y brutalidad del Páramo con el sentido del humor, y que no nos desviemos demasiado a ninguno de los dos lados. No intentamos hacer una parodia del género postapocalíptico, pero sí darle un tono divertido. Y es que aquí no hay el típico sentimiento de pérdida por lo que había anteriormente, han pasado ya generaciones, no han conocido otro mundo, y aunque sea duro, es lo que hay.
Al final se resume todo en la frase que solemos usar, Punkapocalyptic, el juego de escaramuzas macarra y letal.