Merkadome – El Nido

El Nido

Descripción

El Nido es uno de los departamentos más antiguos de Merkadome y su origen se encuentra íntimamente ligado a la presa. La ajada pared de cristal que forma uno de sus muros principales requiere de constantes reparaciones para contener la amenaza de derrumbe, que supondría la destrucción total del asentamiento y sus habitantes.
Para poder hacerlo, algunos trabajadores construyeron un entramado de andamios que llegan a las fisuras a reparar, ganándose, sin saberlo, el apodo de Wallrats (ya que, vistos desde abajo, se asemejan a ratas correteando por una pared).

Esta zona, situada por encima del nivel de inundación del cauce de la presa, está ubicada en uno de sus laterales, donde la inmensa pared de cristal termina y comienzan los enormes soportes de hormigón que la sustentan. La cercanía al muro y la bóveda hacen del Nido un lugar oscuro y con abundante humedad, donde pocos querrían establecerse. Inicialmente el departamento se limitaba a unos cuantos barracones de los trabajadores, aunque con el paso de generaciones muchos de los habitantes más desfavorecidos del asentamiento se han visto obligados a establecerse en esta zona, debido a la presión demográfica en las zonas seguras del domo.

El Nido debe su nombre a que se ha ido expandiendo en vertical, dentro de los límites que la estructura permite, gracias a los conocimientos técnicos de algunos de sus habitantes. Si bien la mayor parte de sus edificaciones principales y zonas comerciales se encuentran a ras de suelo, a lo largo de los años los Wallrats se han servido de su experiencia para ir construyendo nuevas estancias, gracias a un entramado de andamiajes y perforaciones en la cara interior de la bóveda, conectados por escalas, pasarelas y elevadores de tracción manual. En las zonas más elevadas es donde se asientan los moradores más humildes del asentamiento y a pocos forasteros se les permite el acceso. No obstante, debido a las condiciones imperantes, el barrio está sometido a constantes reparaciones y apuntalamientos para evitar derrumbes. Esto supone que cuente con unas instalaciones cochambrosas, incluso para los estándares parameños: los materiales de construcción se avejentan con rapidez en estas condiciones, contando la mayor parte de las edificaciones con madera podrida y metal oxidado.

Se trata por tanto de uno de los departamentos más desfavorecidos de Merkadome, en el que los habitantes cuentan con una peor calidad de vida. Aunque eso no implica que el Masca que controla esta zona no cuente con una situación algo más privilegiada…

Debido a su ubicación y los hundimientos a consecuencia de perforaciones fallidas, esta zona no dispone de una forma directa de acceso desde el exterior de la cúpula, por lo que aquellos interesados en llegar deberán hacerlo a través de alguno de los departamentos adyacentes, controlados por otros Mascas.

Masca

Capellán Ratus
Masca del Nido y portavoz de los Wallrats. Nadie tiene certeza de qué aspecto tiene, puesto que siempre se presenta ataviado con un manto maloliente de la mayor cucarrata que nadie haya visto hasta el momento y una máscara con un solo ojo. El Masca del barrio que nadie desearía dirigir es menospreciado por el resto, por considerar que no es más que el extravagante dirigente de un pozo infecto que sólo subsiste por la caridad del Cherife. Tiene fama de ser caprichoso y cambiante en sus decisiones.

Otras personalidades

El Hacedor de Recuerdos
El más veterano de entre los Wallrats. Superviviente de mil y una fugas y derrumbes y custodio de “la máquina de recordar”.

El Verdugo
Gerente de la Colmena y exitoso empresario posapocalíptico, administra con diligencia, y un hacha de doble filo, la fonda con más reconocimiento de todo el Páramo.

Kristianíñigo
Tasador jefe del Arreglatorio. Este mutardo de dos cabezas dirige uno de los establecimientos más prolíficos y con mayor trayectoria histórica de Merkadome. Tiene la despreciable cualidad de hacer creer a sus clientes que realizar una reparación es sencilla, así como gustos sexuales depravados con especies vegetales.

Little Anit
Esta alocada jovenzuela es uno de los más recientes miembros de los Wallrats, aunque ha demostrado sobradamente su valía mejorando, tras innumerables pruebas, la composición de la argamasa que los Wallrats utilizan para sellar el cristal de la presa.

Principales localizaciones

Edificios

Capilla de los Wallrats
Poco se sabe acerca de este edificio situado en altura sobre un andamiaje de pilastras, justo bajo el desplome del lateral de la cúpula y con sus accesos permanentemente vigilados. Esta inmensa edificación parece tener diferentes estancias para el alojamiento de los Wallrats, almacén de pertrechos para su oficio y varias salas comunes, donde se ofician ceremonias y actos diversos. Huelga decir que nadie que no sea un Wallrat tiene el menor interés en acudir a ese lugar, por lo que no se tiene certeza de qué es lo que pasa en su interior.

La Sala de la Verdad
Esta estancia privada, que cuelga mediante cables del techo de la bóveda y tiene accesos móviles para impedir la entrada, hace las veces de aposentos personales del Capellán Ratus, actual Gobernante del Nido.

Locales

El Arreglatorio
Es una de las principales y más antiguas fuentes de ingresos del asentamiento. Cuando los primeros moradores llegaron, encontraron aquí los restos de un almacén de bricolaje, que todavía contenía maquinaria del Mundo de Antaño y rápidamente se dieron cuenta de los beneficios de su explotación a largo plazo.
Este negocio cuenta con una recepción de clientes debidamente fortificada, donde se formalizan los arrendamientos de diversas herramierdas, recauchutadas por maestros chatarreros de renombre para su funcionamiento en el Páramo y que facilitarán notablemente cualquier tipo de reparación. Detrás de esta zona pública se encuentra un inmenso almacén, donde se atesoran herramierdas y se custodian empeños.
Debido a lo valioso del material, se pagan elevados precios por su uso y se requiere además dejar en depósito abundante mercancía, de valor equivalente (garantizado por sus expertos tasadores).
En el Arreglatorio puede tenerse acceso, de forma temporal, a herramierdas varias, tales como “la máquina de clavar”, “la que deja las cosas suavesitas”, “el chisme que corta” o “el que pega” metales, entre otras.

La Colmena
Se trata de un alojamiento exclusivo que supone una importante fuente encubierta de beneficios para el Masca local. A lo largo de generaciones se han ido excavando en altura, en uno de los soportes de hormigón y la cúpula adyacente, numerosos “nichos” a los que se accede mediante escalas, que pueden ser alquilados para descansar de forma  segura. Y esto, en el Páramo, no es moco de pavofeta.
En este respetable establecimiento imperan unas normas férreas, como dejar las armas en consigna o no mear a los de abajo. Para garantizar su cumplimiento, existen vigilantes, al mando de un inflexible gerente, conocido como “el Verdugo”.
Este ambicioso administrador hace tiempo que se dio cuenta de que, para poder generar mayores beneficios, debía ampliar el aforo de su negocio. Conocedor de que sólo alguien especializado en trabajos en altura, como los Wallrats, podría realizar esa tarea de forma efectiva, llegó a un acuerdo con su líder para realizar tareas regulares de ampliación, que se realizan de forma discreta para evitar suspicacias por parte de la clientela: al fin y al cabo es un negocio con una reputación que mantener.

Lugares de interés

Mirador de las desgracias
Ubicado a cierta altura en un lateral de la cúpula, ofrece una vista privilegiada (desde la distancia) de la pared de cristal de la presa y los Wallrats trabajando en ella. Existe la tradición de acudir a este mirador para desearle algún mal a alguien, mientras se arroja por la barandilla una almohada mohosa y se recita una oración a los gafes: “Te deseo miseria, te deseo desgracia, y si no te lo crees, que te cruces con Wallrats”.

Monumento al Pánfilo
Uno de los lugares más emblemáticos del Departamento es el monumento dedicado a los idiotas del mundo. Se trata, en realidad, de uno de ellos: un trabajador cuyo cadáver quedó cubierto de argamasa, fosilizado para los restos en una pose ridícula, como consecuencia de su propia estupidez.

El Hongatorio
Utilizado por los esbirros del Cherife para administrar justicia, se trata de un lugar extremadamente húmedo, donde proliferan unos hongos especialmente feroces. Es al lugar a dónde se lleva a los condenados a cumplir pena de “pie velde”.

Recursos

El Nido es, a pesar de su fama, la argamasa que mantiene unida a Merkadome, ya que sin el constante mantenimiento de la pared de la presa, todo el asentamiento habría sido arrasado por las aguas hace tiempo.
Es, además, la cuna del folclore local y de las tradiciones más ancestrales del Domo, hasta el punto de que los habitantes de Merkadome son llamados despectivamente Wallrats por otros parameños.

 

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