Escenografía: Valla publicitaria

Empezamos con la valla propiamente dicha, que en este caso voy a hacer a partir de una bandeja de movimiento de miniaturas (de unos 5×10 cms, milímetro arriba/abajo). También cuatro listones cortados a 3 cms, que serán los que soporten la rejilla delantera. Les he dado esa longitud para asegurarme después de que se pueda poner una miniatura con peana de 25 mm sobre la valla. Hay que cortar cuatro agujeros en la bandeja de plástico, para que los listones queden después al ras de la parte inferior de la valla (y así también es más fácil pegarlos con un poco de masilla).


La peana es un rectángulo de panel lo bastante amplio para dar estabilidad al conjunto, que tendrá un poco de altura. En este caso es de 45 x 120 mm, pero la podéis hacer del tamaño que os dé la gana, obviamente. Los dos listones de madera son de 5 mm de grosor y 13 cms. de altura. Los pegué a la base ayudándome de unos pegotes de masilla de dos componentes, para mantenerlos rectos en su sitio, a una distancia de 5,5 cms. uno de otro (así a ojímetro, no por otra cosa).

Los listones pegados a la parte de atrás de la valla. La altura exacta depende de vosotros, yo me he guiado únicamente por el ojo y lo que a mi me parecía que era una altura indicada para la valla, comparándola con una miniatura de Punkapocalyptic. También añadí las escuadras de refuerzo en los laterales de la valla, con otros listones un poco más finos cortados a tal efecto.

Aquí tenéis el proceso hasta el momento, todo pegado, encolado, seco y resistente ya a caídas tontas y golpes. Con un Babosín de muestra para ver el tamaño.

Arena ya encolada a la base, con la primera capa de color, y trozos de metal varios tirados por el suelo. Le añadí una plancha de acero apoyada en uno de los postes para ofrecer algún elemento de cobertura a las miniaturas, y que esta valla fuese escenografía útil en el juego además de decorativa. También está puesta la malla del suelo delante del cartel, así como un par de calaveras del cajón de restos para dar el toque macarra-siniestro obligatorio: una pinchada en un palo encima de la valla, la otra colgando de una cadena en el poste de la derecha.

Un detalle de última hora: para hacer la valla aún más jugable, le añadí una escalera «apañada» hecha con cuatro palos, para que quede claro que se puede subir al suelo de malla. Perfecta para apostar a algún francotirador que dé por culo al enemigo. Dos palos de pincho moruno y un listón de madera cortado en trozos (cuanto más irregulares, mejor), y listo.

Y aquí está el resultado final, ya pintado. Metálicos de Vallejo para toda la estructura, con un buen derroche de tintas Citadel marrones, verdes y negras, para engocharlo todo. Arena, marrones y tinta avellana para el suelo. Azul metalizado para la plancha de acero, por hacerla un poco distinta. Las calaveras y demás.

Y el cartelón (sacado de Internet e impreso en la impresora de casa), homenaje al «Two Crude Dudes» para MegaDrive, juegazo post-apocalíptico que salió en 1990 y que tiene como protas a dos macarras engominaos que reparten ostias a diestro y siniestro por el Páramo. Ensuciado con tintas, con varias zonas arrancadas, y con las típicas pintadas que cualquier adolescente con las neuronas justas para pasar el día podría hacer en un cartel así.

Y la parte de atrás, demasiado jugosa para dejar sin pintarrajear también. «Eat Shit and Die» es una frase como otra cualquiera, además del nombre del grupo musical death-gótico-punk que lo peta en el Páramo (lo habréis leído en alguna Gaceta de Puentechatarra). También está el logotipo de la banda de los Víboras Rojas, como no, además del de los «Dead Kennedys» en la parte superior derecha, grupo musical punkarra de los EEUU de finales de los 70 y los 80.

¡Y ya! Con cuatro palos y una bandeja de movimiento os podéis hacer esta maravilla  😀

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